Una cuestión de urbanidad

Da la impresión de ingresar a las entrañas de dos célebres urbes: Ciudad Gótica, conocida a través de las aventuras justicieras de Batman y a la Metrópolis soñada por Fritz Lang, en su film de 1928, basado en la novela escrita por su esposa Thea Von Harbou. Ciudades. O una ciudad. Quizás, lo que aún resiste de ellas. O ella, también. Un montón de estructuras que emergen desde el suelo, y con grandes brazos extendidos parecen querer arañar el infinito. La perspectiva juega un factor primordial: entrega ese nexo cómplice entre lo visual y la abstracción de sombras que recorren sin descanso los trabajos de Mario Grimbaum. Ese feedback entre el artista y el espectador por medios de planos que parecen quebrarse, caerse, y de golpe, levitan con la exquisita estética que imprime un creativo. Un demiurgo prolijo y fanático de las formas majestuosas. Aflora el Alfa y la Omega de la urbanidad. Paradoja de la destrucción y la construcción. Del dolor de destruir nace el impuslo vital por generar (¿vida?) aquello que no se ve, sino que logra sentirse al formar parte de ese paisaje latente en variados colores y tonos opacos. E increiblemente, poseen luminosidad. Son obras realizadas en acrílico sobre tela y comprenden un lustro de trabajo de Grimbaum (2000-2005).
Cuestiones urbanas, permanecerá abierta hasta el 26 de febrero, en la Sala J , del CC Recoleta, Junín 1930. Entrada libre y gratuita.

*Foto sup.: Liliana Piñeyro, Mario Grimbaum y Laura Quesada

*Foto inf.: Mario Grimbaum, Pelusa Borthwick, Marcelo Borguese y Alberto Giudice.

*Fotos: Marta Fernandez martafernandezfotografias@gmail.com 4-964-2606