Cómo capturar la emoción del espectador

El 2 de octubre, a las 18, se inaugurará en el Museo Eduardo Sivori (Infanta Isabel 555) la exposición “Olvidos”, de Haby Bonomo, arquitecto y pintor argentino de destacada trayectoria en Europa, particularmente en Francia, donde expone regularmente con gran suceso.
Integrada por una serie de acrílicos, en su mayoría paisajes, realizados este año y en los cuales el artista, viajero impenitente, ha plasmado escenas captadas en sus recorridos por Europa, Africa, América Latina y Oriente.
Con una paleta de suaves colores pasteles y un dibujo de cuño impresionista, ajeno a toda intención de espectacularidad, Bonomo imprime a sus paisajes una sutil pero envolvente expresividad y una carga de melancolía que tienen la rara virtud de capturar de inmediato la emoción del espectador.
“Es esos paisajes y también en esos espacios interiores, retomo los temas permanentes de mi obra: el impresionismo pictórico percibido desde el subdesarrollo; y la memoria que a lo largo de mis viajes inscribe en mi inspiración imágenes cargadas de emoción, romanticismo, humor”, explica Bonomo quien, con excesiva modestia agrega: “Esas reproducciones de almanaques y de tarjeta postal que me fascinaron desde mi infancia en Buenos Aires...”
Es cierto, por momentos sus cuadros parecen imágenes de almanaques o tarjetas postales, pero están animados de ese aliento intangible que hace la diferencia entre una lámina decorativa y una obra de arte.
Haby Bonomo nació en Buenos Aires en 1942, egresó como arquitecto de la Universidad de Buenos Aires y se radicó en Francia en 1970. Allí compartió el tiempo entre la arquitectura y la pintura y respiró la bohemia, la pasión por el arte y la fiebre revolucionaria dejada por Mayo del 68. Trabajó como arquitecto en varios países europeos, en Africa e incluso en China. Fue profesor de la Escuela de Arquitectura de Normandía y comenzó a exponer en 1980. En menos de diez años ganó un sólido renombre en el difícil mercado de artístico de París, donde realiza dos o tres exitosas exposiciones por año.
Expuso también en España, Holanda y Alemania, y en Buenos Aires todavía se recuerda la muestra que realizó en 2000 en la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta.
Hay obras suyas en diversas en colecciones privadas y públicas de Europa, América Latina y Estados Unidos ■