"Nacida en Montevideo, donde se inició en la plástica - escribe Alberto Giudice, curador de la muestra- Silvia Novoa vivió en Buenos Aires desde 1974 hasta mediados de los noventa. Aquí estudió con Alberto Delmonte , pero su actividad fundamental se centró en la danza clásica. Fue coreógrafa y profesora e integró el grupo de teatro Catalinas Sur , de la Boca. En 1996 regresó a Montevideo retomando la pintura, guiada por el gran artista uruguayo Guillermo Fernández, recientemente fallecido. Al exponer en 2004, en la montevideana galería Alicia Goyena, Fernández escribió: "Formada en las disciplinas de la Danza Clásica y Contemporánea participó en los años 60, junto con su esposo Adolfo Nigro, del ámbito de la Escuela del Sur con el Maestro José Gurvich. Posteriormente desarrolla su propia pintura, donde logra todo un hallazgo a través de un lenguaje de gran fluidez y precisión". Ciertamente, la producción más reciente de Novoa alude con vuelo propio a la siempre fecunda Escuela del Sur en su costado más fascinante: la metáfora. Sus pinturas, de una ligereza asombrosa en el tratamiento del color, son abstracciones que hablan sutilmente del viento y del agua, del universo femenino, de la intensa fragancia de las cosas. Pintura pura, celebratoria de la vida y de la Naturaleza, que ahora llega a Buenos Aires como una suave brisa venida desde la otra orilla del Plata" ■
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