El arte entre cuatro paredes

Designada como muestra de arte transitorio, Soho Telo muestra es una acertada propuesta artística que reunió a 30 artistas para intervenir 29 habitaciones, del hotel alojamiento ubicado en Thames 2151.
Convocados por Ana María Battistozzi, Elda Harrington, Julio Sánchez y Alina Tortosa pintores, escultores, fotógrafos, decoradores y diseñadores esperaron su turno para tomar por asalto las habitaciones y desparramar su sino creativo. Este empremdimiento conjunto entre el Grupo Town House, editorial Arte al Día, Bodegas Chandon y el diario La Nación puede visitarse hasta el 16 de julio, de lunes a viernes de 11:00 a 20:00 horas.

En un mes las máquinas y los hombres demolerán el viejo telo de Thames al 2100. Un coloso de hormigón armado con departamentos dotados de modernos servicios, se levantará sobre la base de ese lugar de encuentros fugaces,trampas o primerizos. El arte llegó para instalarse por unas semanas en intervenidas habitaciones. ¿Cómo es trabajar por medio de la plástica en un albergue transitorio? Ana María Battistozzi tiene la palabra: "Es un lugar hermético, de un encierro fetichista, de sexo, con aromas muy particulares y que encuentra a los artistas imprimiendo un toque que cambie la estética del lugar". La crítica y una de las curadoras de la muestra convocó a Mildred Burton, Alberto Passolini, Florencia Rodriguez Giles, Guillermo Iuso, Eleonora Molina y Silvia Rivas. "En las habitaciones convivieron una variante de fantasías que hoy las personas que las visitan pueden recrearlas a través de cada trabajo", concluye. Planteado el desafío los artesanos pusieron mano a la obra con un amplio espectro de creatividad. Cada habitación posee intimidad, colores, formas, energía sexual. Detrás de las puertas se presiente un clmax. Una petit morte. Elementos varios acuñan la escenografía: luces tenues, velas, televisores, alfombras, texturas, espejos, jacuzzis, camas. Los ingredientes del ritual, de esa misa erótica están a pleno.
Es verdad. El ojo voyeurista recorre cada espacio, dejando fluir a la mente, una caterva de fantasías, perversiones, morbosidades. Por su parte Elda Harrington considera que "estas habitaciones volverán albergar el máximo de los placeres, pero esta vez de la mano del arte". En la planta alta, dos chicas observan fotos de desnudos masculinos y no necesitan agregar nada más. Una sonrisa cómplice dice todo. "Es fragilidad y amor, es transitorio todo en esta vida", filosofa un rubio vestido con pantalones y botas de cuero negro y polera a una pareja que lo mira como si hablara eslavo. Y sigue explicando el sentido de la vida mientras protesta porque no hay más vino. "Por mi cabeza pasan pernsamientos irreproducibles", confiesa un muchacho longilíneo, de barbita candado y pelos erizados a fuerza de gel, mientras mira a su compañera de cabellos rojos que recuerda a la ochentosa Cindy Lauper. "Es la primera vez que entro a un telo", dice ella sin que nadie le pregunte nada. Habrá que creerle■

Participan: Sergio Tantanián, Gerardo Repetto, Alejandro Montes de Oca, Marcelo de la Fuente y Augusto Zanela, todos ellos convocados por Harrington. En tanto, Julio Sánchez curó los trabajos de Sergio Lamanna, Nicola Costantino, Javier Iturrioz, Mauro Bernardini, Martín Churba, Gerardo Wohlgemuth, Rafael Barsky, Pablo Bagadelli y Ramón Garcái.
Alina Tortosa llamó a Ana López, Mirtha Bermegui, Diego Alexandre, Daniel Joglar, Billy Weller y Román Vitali.
También formaron parte de esta movida Ana y Abel Trybiarz, Beatriz Soto García, Vilma Villaverde, Marga Steinwasser, Gerardo Waisman, Cinthya DE Levie, Julie Weisz, Débora Pierpaoli, Dan Waisman, Carlos Affranchino, Muxikatar e Iris Nó■