El 28 de junio, a las 19, Malba -Av.Figueroa Alcorta 3415- inaugurará la exposición Contemporáneo 19, con Miguel Mitlag y "Códex platino". También se presentará Intervención 5, con Cecilia Szalkowicz y su díptico"Todo es posible".
•Es ésta la primera vez que Miguel Mitlag (Buenos Aires, 1969) exhibe una colección de objetos y situaciones, ideados y construidos especialmente para la ocasión. Se trata de un proyecto compuesto por una acumulación de elementos aparentemente dispares, entre otros, una casa de cambio, un trampolín, la estructura de un cartel de publicidad de vía pública y una biblioteca de libros de autoayuda. El artista propone establecer nuevas relaciones entre las personas y las cosas en un paisaje descontextualizado. “Me interesan especialmente los materiales usados y cómo estos se perciben en el espacio, así como las maneras posibles en que un sujeto actuaría en ese espacio”, afirma Mitlag.
Para él, los materiales elegidos son -a veces- funcionales a las estructuras, y otras son el reflejo exacerbado de un uso cotidiano que no cumplen ninguna función explícita sino que aluden a cosas abstractas o sensoriales, como texturas o formas. “Busco una manera de llevar los materiales a su uso-frontera, forzarlos en su utilidad para hacer que se relacionen de otras formas con su entorno”, explica ■
Para él, los materiales elegidos son -a veces- funcionales a las estructuras, y otras son el reflejo exacerbado de un uso cotidiano que no cumplen ninguna función explícita sino que aluden a cosas abstractas o sensoriales, como texturas o formas. “Busco una manera de llevar los materiales a su uso-frontera, forzarlos en su utilidad para hacer que se relacionen de otras formas con su entorno”, explica ■
•La artista Cecilia Szalkowicz (Buenos Aires, 1972) presenta una fotografía en formato póster. Se trata de un díptico en el tiempo; una obra conformada por dos imágenes que se exhiben de manera secuencial en una de las paredes del primer piso del museo. La primera fotografía podrá verse hasta el lunes 26 de noviembre. La segunda se descubrirá el miércoles 28 de noviembre.
“No hace falta andar por la ciudad bajo la distracción y el error para descubrir dobles, aunque apliquemos cautela hay algo de random en todo el proceso. Alrededor de una velocidad indescifrable las situaciones visuales se acumulan sin control. El reto: unir estos puntos, pero ¿hasta dónde? Si cada gesto proporciona una cualidad única, el conjunto podría ofrecer esos puntos en fuga que configuran lo conocido”, escribe Mariano Mayer en el folleto que acompaña la obra.
Szalkowicz viene trabajando desde 2001 con la idea de estos “gigantes”, como ella los denomina, fotografías en formato póster que se agrandan hasta cubrir toda la superficie de una pared. Por lo general, son instantáneas cotidianas, impresas en baja resolución, que transmiten un cierto aire de casualidad. “En Todo es posible me interesaba trabajar sobre el concepto de póster para el museo. Un póster lowfile, fuera de escala, que a simple vista interpela al espectador por su tamaño y su relación con el espacio”, explica la artista. De hecho, el encuentro con la obra es sorpresivo y su ubicación en el museo construye un espacio “aéreo” que refuerza la idea de “telequinesia”, presente en la primera de las imágenes que integran el díptico ■
“No hace falta andar por la ciudad bajo la distracción y el error para descubrir dobles, aunque apliquemos cautela hay algo de random en todo el proceso. Alrededor de una velocidad indescifrable las situaciones visuales se acumulan sin control. El reto: unir estos puntos, pero ¿hasta dónde? Si cada gesto proporciona una cualidad única, el conjunto podría ofrecer esos puntos en fuga que configuran lo conocido”, escribe Mariano Mayer en el folleto que acompaña la obra.
Szalkowicz viene trabajando desde 2001 con la idea de estos “gigantes”, como ella los denomina, fotografías en formato póster que se agrandan hasta cubrir toda la superficie de una pared. Por lo general, son instantáneas cotidianas, impresas en baja resolución, que transmiten un cierto aire de casualidad. “En Todo es posible me interesaba trabajar sobre el concepto de póster para el museo. Un póster lowfile, fuera de escala, que a simple vista interpela al espectador por su tamaño y su relación con el espacio”, explica la artista. De hecho, el encuentro con la obra es sorpresivo y su ubicación en el museo construye un espacio “aéreo” que refuerza la idea de “telequinesia”, presente en la primera de las imágenes que integran el díptico ■
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