"ÑAWIYKIKUNAWAM UYARIMUWAY / ÓYEME CON LOS OJOS"es el nombre de la muestra de la Fototeca Andina que el próximo 28 de julio se presentará en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín).
La Fototeca Andina, del Centro Bartolomé de las Casas fue creada en 1988 y tiene como objetivo la recopilación, difusión y conservación del registro fotográfico en blanco y negro de la vida cotidiana, la sociedad, la geografía, la ciudad, retratos en estudio y del campo del sur del país, anterior a 1950. Actualmente la Fototeca Andina tiene 50 archivos fotográficos, y la colección está considerada como la más rica en documentos de imágenes de la región Andina. Para el sur del país, región de particulares raíces históricas, el rescate de la obra de una veintena de fotógrafos activos durante las primeras décadas del siglo XX significa el redescubrimiento de una de las expresiones de mayor valor artístico y documental de nuestro patrimonio Cultural.Dentro de la misión de difusión del archivo, la Fototeca Andina en coordinación con el Centro Cultural de la Católica ha realizado una selección de 200 fotografías de los 10 fotógrafos más representativos del archivo, en la cual se ofrece un auténtico testimonio visual de la historia, cultura y vida cotidiana de la sociedad sur andina del Perú.El trabajo de estos fotógrafos se realizó a comienzos del siglo pasado, desde 1900 hasta 1950 aproximadamente. Las fotografías son parte del trabajo de los fotógrafos más representativos de la época, tales como Los Hermanos Cabrera, Juan Manuel Figueroa Aznar, Sebastián Rodriguez, Miguel Chani, Pablo Veramendi, José Gabriel Gonzales, Eulogio Nishiyama, Fidel Mora, Horacio Ochoa y César Meza, quienes dedicaron su trabajo y su vida a retratar con calidez y complicidad el transcurso de la vida en toda la región.
De tal manera tenemos imágenes de la primera llegada del tren a la ciudad del Cuzco, dondese ve la alegría de la gente ante la llegada de este nuevo medio de transporte, el esforzado trabajo en las minas de San Cristóbal en Ayacucho, donde la falta de tecnología hacía la jornada más dura para los mineros, una sociedad cuzqueña que busca retratar sus acontecimientos más importantes en estudios muy decorados, así como en haciendas majestuosas, como matrimonios, bautizos, la muerte de sus niños y las calles de la ciudad donde lo indígena y lo urbano semezclaban para darle contraste a la vida diaria. De esta forma estos artistas imprimieron en sus placas de vidrio, cada paso recorrido dentro de nuestra historia, dejándonos un legado visual tan importante que está bajo nuestra responsabilidad protegerlo del olvido y sobre todo difundirlo, para que más personas puedan tener acceso a conocer un instante en la formación y crecimiento de nuestra sociedad, de nuestra historia y del trabajo minucioso y maravilloso de nuestros primeros fotógrafos. Cierra el 22 de julio ■
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