Las cenizas, de Sergio Dubcovsky (128 págs. $24)
"Me tiro en la cama. Las sábanas están revueltas. Las almohadas no tienen fundas. Me tapo con el acolchado y enciendo el televisor. Hago un zapping rabioso por todos los canales. Siento especial atracción por las pantallas verdes, con personas que juegan a cualquier cosa con una pelota. Finalmente me decido y sintonizo un canal de videos musicales. Pienso que está más de acuerdo con la idea que todos tienen de un escritor. Aunque en realidad, si fuera un escritor, habría puesto algún disco de Miles Davis o de Yellow Jacket, me habría servido un whisky (tengo que escribir varias veces la palabra hasta acertar la ortografía correcta) y ya estaría sentado frente a mi PC para afrontar otra noche tortuosa y acaso creativa.”
Las cenizas da forma a la pesadumbre, los abatimientos y alegrías de un tiempo común; el modo en que los ritmos bajos y las adherencias de la costumbre se traman, se suceden y reordenan entre la pesadez, la sobriedad del humor y la indecisión. Dubcovsky consigue traducir, con la mejor contundencia que traen la simplicidad y limpieza de estilo, los climas opacos y sombríos del duelo, el fatigoso fardo moral de los imperativos y cuidados entre el padre y el hijo, entre el hijo y el padre, la interrogación acerca de la circunstancia misma de escribir una novela. En un Buenos Aires de registros y reconocimientos contemporáneos, Las cenizas evoca las urgencias, los imprevistos y alternativas de su propia construcción, se narra ella misma narrándose como experiencia de la vida. (de la contratapa)
•Sergio Dubcovsky nació en Buenos Aires. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y periodista. Publicó la novela Villa Laura (2005) ■
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