(Marcelo De Focatiis)
Agradecidos. Esa fue la palabra utilizada por los panelistas durante la presentación del libro Presencia del ausente (Editorial Sudamericana) , el pasado 30 de mayo, en el Auditorio del Malba. El encuentro entre Luis Chitarroni, Ernesto Schoó, Gloria Rodrigué, Ezequiel Martínez y Graciela Duffau no fue una simple casualidad. Ese día se cumplían cuarenta años de la publicación de una de las obras cumbres de la literatura contemporánea latinoamericana: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. La visión de Paco Porrúa -por entonces, - asesor literario de Editorial Sudamericana- permitió a los lectores argentinos conocer a un desconocido escritor colombiano. Esa primera edición de Cien años de soledad "constó de 8000 ejemplares", recordó Rodrigué.
Precisamente 1967, fue un año que imprimió cambios sociales como el Verano del Amor , recrudecía el conflicto en Vietnam, asesinaban en Bolivia al Che Guevara, comenzaba a rondar la psicodelia y la colorida presencia del movimiento hippie, veía la luz los discos La banda de los corazones solitarios del Sargento Pepper, de Los Beatles y Sus majestades satánicas, de los Rolling Stones. El boom literario latinoamericano daba sus grandes trancos desde una remota ciudad ficticia llamada Macondo.
"Agradecido -expresó también,el embajador colombiano ante nuestro país, Jaime Bermudez -ya que como colombiano es un orgullo que a uno le digan que es del mismo país de Gabo ". Y ese agradecimiento se hizo extensivo en el rico anecdotario de los expositores que tuvieron la fortuna de conocer al autor de El otoño del patriarca en su intimidad. Agradecido quedó el público que siguió con silencio de misa las palabras, los recuerdos, los pasajes de la vida de García Márquez. Como broche de oro: se proyectó el discurso que Gabo pronunció durante el último Congreso de la Lengua, celebrado en Cartagena de Indias ■
Precisamente 1967, fue un año que imprimió cambios sociales como el Verano del Amor , recrudecía el conflicto en Vietnam, asesinaban en Bolivia al Che Guevara, comenzaba a rondar la psicodelia y la colorida presencia del movimiento hippie, veía la luz los discos La banda de los corazones solitarios del Sargento Pepper, de Los Beatles y Sus majestades satánicas, de los Rolling Stones. El boom literario latinoamericano daba sus grandes trancos desde una remota ciudad ficticia llamada Macondo.
"Agradecido -expresó también,el embajador colombiano ante nuestro país, Jaime Bermudez -ya que como colombiano es un orgullo que a uno le digan que es del mismo país de Gabo ". Y ese agradecimiento se hizo extensivo en el rico anecdotario de los expositores que tuvieron la fortuna de conocer al autor de El otoño del patriarca en su intimidad. Agradecido quedó el público que siguió con silencio de misa las palabras, los recuerdos, los pasajes de la vida de García Márquez. Como broche de oro: se proyectó el discurso que Gabo pronunció durante el último Congreso de la Lengua, celebrado en Cartagena de Indias ■
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