te amo, te odio, dame más, de Leonardo Santuccione(200 págs. $26)
El Destino, el éxito, la melancolía, la belleza, el fracaso, los sueños, la apariencia y hasta un ingenioso crimen arman la original trama de esta novela.
Es una historia en la que el desarrollo de los hechos trasciende su propio horizonte.
El lector encontrará una serie de personajes, desde entrañables hasta detestables, que enfrentan de manera particular, original e incluso divertida, situaciones comunes... y no tanto.
El Destino, el éxito, la melancolía, la belleza, el fracaso, los sueños, la apariencia y hasta un ingenioso crimen arman la original trama de esta novela.
Es una historia en la que el desarrollo de los hechos trasciende su propio horizonte.
El lector encontrará una serie de personajes, desde entrañables hasta detestables, que enfrentan de manera particular, original e incluso divertida, situaciones comunes... y no tanto.
La guerra de los dioses .Los mandatos bíblicos frente a la política mundial
Carlos Escudé
Carlos Escudé
(144 págs. $26)
Nuestras leyes prohíben la instigación al odio. Pero el Nuevo Testamento promueve el odio a los judíos. La Convención para la Prevención del Genocidio dice que será castigada "la instigación directa y publica" a cometer dicho crimen. Sin embargo, nuestra Biblia ordena: "(...)Pero en las ciudades de esos pueblos que Yahvé tu Dios te da como herencia, no dejarás nada con vida."
Si todos los individuos poseemos los mismos derechos, entonces todas las culturas no son moralmente equivalentes, porque hay culturas que no reconocen, ni siquiera en principio, la vigencia de esos derechos universales. Es el caso del extremismo islámico, que se ha apoderado de naciones enteras. ¿Cómo podemos defendernos, si ellos se guían por una normativa guerrera que ha perdido vigencia entre nosotros? Este libro se propone contribuir con información y análisis a la toma de partido de sus lectores. El dilema es grave. Atestiguarlo y protagonizarlo es un patético privilegio, sin paralelos en la historia ■
Nuestras leyes prohíben la instigación al odio. Pero el Nuevo Testamento promueve el odio a los judíos. La Convención para la Prevención del Genocidio dice que será castigada "la instigación directa y publica" a cometer dicho crimen. Sin embargo, nuestra Biblia ordena: "(...)Pero en las ciudades de esos pueblos que Yahvé tu Dios te da como herencia, no dejarás nada con vida."
Si todos los individuos poseemos los mismos derechos, entonces todas las culturas no son moralmente equivalentes, porque hay culturas que no reconocen, ni siquiera en principio, la vigencia de esos derechos universales. Es el caso del extremismo islámico, que se ha apoderado de naciones enteras. ¿Cómo podemos defendernos, si ellos se guían por una normativa guerrera que ha perdido vigencia entre nosotros? Este libro se propone contribuir con información y análisis a la toma de partido de sus lectores. El dilema es grave. Atestiguarlo y protagonizarlo es un patético privilegio, sin paralelos en la historia ■
•Info: www.edicioneslumiere.com
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