La guerra de los dioses. Los mandatos bíblicos frente a la política mundial
Carlos Escudé
Carlos Escudé
(144 págs. $23)
Nuestras leyes prohíben la instigación al odio. La Convención para la Prevención del Genocidio dice que será castigada "la instigación directa y publica" a cometer dicho crimen. Sin embargo, en Denteronomio 20:10-16 vemos: "(...)Pero en las ciudades de esos pueblos que Yahvé tu Dios te da como herencia, no dejarás nada con vida."
¿Debemos abrogar el tratado, suprimir este párrafo de la Biblia, o hacernos los distraídos y suponer que no hay anomalía en esta paradoja?
En nuestro mundo hay culturas que no padecen contradicciones y se ajustan a la normativa de sus libros sagrados. Es el caso del extremismo islámico, que se ha apoderado de naciones enteras. ¿Cómo podemos defendernos si ellos se guían por una normativa guerrera que ha perdido vigencia entre nosotros? ■
Nuestras leyes prohíben la instigación al odio. La Convención para la Prevención del Genocidio dice que será castigada "la instigación directa y publica" a cometer dicho crimen. Sin embargo, en Denteronomio 20:10-16 vemos: "(...)Pero en las ciudades de esos pueblos que Yahvé tu Dios te da como herencia, no dejarás nada con vida."
¿Debemos abrogar el tratado, suprimir este párrafo de la Biblia, o hacernos los distraídos y suponer que no hay anomalía en esta paradoja?
En nuestro mundo hay culturas que no padecen contradicciones y se ajustan a la normativa de sus libros sagrados. Es el caso del extremismo islámico, que se ha apoderado de naciones enteras. ¿Cómo podemos defendernos si ellos se guían por una normativa guerrera que ha perdido vigencia entre nosotros? ■
•Info: www.edicioneslumiere.com
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